Como todos los cestodos, Taenia
saginata tiene un
ciclo de vida indirecto con los bovinos como hospedadores
intermediarios.
El ganado atrapa los proglotis o huevos de T.
Saginata expulsados
con las heces humanas al pastar o a través de alimento contaminado.
La contaminación de los pastos con huevos
puede ocurrir directamente (p.ej. por defecación de los trabajadores en los
establos), pero también indirectamente, p.ej. a través de aguas fecales
contaminada con excrementos humanos utilizadas para la irrigación o abono de
los campos. Los huevos permanecen infectivos durante seis y más meses.
Una vez ingeridos por el ganado, las larvas
eclosionan en el intestino, atraviesan la pared intestinal, llegan al flujo
sanguíneo y éste las transporta a los músculos donde completan su desarrollo a
cisticercos en 10 a 12 semanas. En los músculos del bovino, los cisticercos
pueden ser infectivos durante más de un año. Después suelen calcificarse.
Los seres humanos se infectan al consumir
carne contaminada con cisticercos insuficientemente cocinada. En pocas semanas
se desarrollan a adultos en el intestino humano.
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